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En el panorama global actual la tecnología es una de las protagonistas, sus avances y rapidez de cambio influye de forma muy directa en los modelos de negocio, las estrategias empresariales, los procesos y los recursos empresariales.
Compartimos con vosotros algunos de los retos que las empresas tendrán que afrontar a corto plazo:
El entorno actual supone transformaciones no solo en el área de I+D+i, si no que supone cambios de estrategia, de cultura y procesos dentro de las organizaciones.
La digitalización es un proceso que debe integrar todos los niveles de la empresa intentando siempre mejorar los procesos y aumentar la eficiencia, generar una relación de confianza con los clientes, y encontrar nuevas oportunidades de negocio.
La rapidez no afecta únicamente a las nuevas tecnologías, también a las expectativas de los clientes.
Las start up son las que vienen pisando fuerte por su agilidad de creación, creación de prototipos y puesta en el mercado. Los planes estratégicos a cinco años se han quedado obsoletos en el marco actual deben repasarse y actualizarse al menos una vez al año para adaptarse a las nuevas situaciones con la mayor premura posible.
Nos hayamos en la era de la información, y como se suele decir la información es poder. La información de los clientes tiene un valor en el mercado, los datos nos permiten saber como ser más eficientes, saber que quieren nuestros clientes, tomar mejores decisiones o encontrar nuevas oportunidades de negocio.
Respecto a este tema no hay que olvidar respetar siempre la privacidad de nuestros clientes. A pesar de encontrarnos en un marco legal de los más exigentes del mundo, existen nichos de mercado como los jóvenes que muchos de ellos están dispuestos a ceder datos personales a cambio de un mejor servicio o descuento.
Hoy en día el mismo cliente que acude a las tiendas, se ha informado o comprado por internet, desde el móvil y utiliza redes sociales. Hoy los cliente son multicanales, y reclaman lo mismo a las empresas, el acceso a sus servicios o productos desde todos los canales posibles.
“La imagen de marca, la calidad del servicio y la experiencia de uso deben ser iguales, o al menos similares, en cualquiera de los canales que decida usar el cliente”. (Daniel Moreno, senior ecommerce manager de NH Hoteles)
La nuevas tecnologías no solo han hecho que los clientes sean más exigentes, también han afectado a la relación con las marcas. La comunicación ya no es unidireccional, ahora en la mayoría de los casos es bidireccional. El marketing se está volviendo más humano, al igual que la atención al cliente o la publicidad.
Un hándicap importante que se presenta a todas las empresas es encontrar algo interesante que contar a sus potenciales clientes. El entorno digital, al ser tan amplio, nos dificulta identificar al cliente, trazar sus rutas de compra, y lo más importante, hacer que vuelva. Es aquí donde el big data y la analítica de datos son una gran herramienta para conocer y segmentar a los clientes, y adecuarse en consecuencia.
Ya hace años que se evidencia la implicación emocional con las marcas mejora los resultados y la relación con el cliente pero ahora se vuelve vital e imprescindible manejar técnicas como el branded content, el marketing de contenidos y el storytelling.
La digitalización de un negocio debe abarcarlo todo desde la gerencia, la cultura corporativa, los procesos de fabricación y la relación con los clientes. El llevar este cambio a todos estos niveles necesita profesionales cualificados que aúnen conocimientos tecnológicos, una visión de conjunto del mercado y habilidades como la flexibilidad, la creatividad y la capacidad de tomar decisiones.
Es un perfil profesional difícil de encontrar pero extremadamente valioso para el cambio.
El concepto innovación abierta acuñado por el profesor Henry Chesbrough se ha extendido rápidamente por empresas de todo el mundo. Este concepto se traduce en concursos de emprendedores (los ganadores reciben una recompensa monetaria, son contratados o venden los derechos de explotación de su idea), aceleradoras de start up (como Wayra, de Telefónica; y Lanzadera, de Mercadona), y campaña de crowdsourcing.
Se trata de buscar una relación simbiótica en el que todo el mundo gane; los emprendedores, reciben asesoramiento, apoyo económico, contactos, y en ocasiones espacio para trabajar; las empresas obtienen nuevas ideas, tendencias, talento y nueva tecnología en tiempo récord.
1 / http://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2015/10/20/562116d146163f95788b4594.html
